miércoles, 5 de marzo de 2014

¿Es importante la historia?

El domingo pasado Gonzalo Torres escribió en el diario "El Comercio" un artículo titulado "Patrimonio con Partido", donde habla de la importancia que la sociedad actual le otorga a la historia.

Dada la relevancia del tema que toca, y la afinidad con lo que sentimos en este blog, creemos que es importante que sea difundido en internet y por eso lo reproducimos a continuación.
 

Patrimonio con partido

"Hace poco le preguntaban al Sr. Burga por el reclamo que hace un año presentó el club Alianza Lima respecto a ser declarados como ganadores del torneo de fútbol de 1934 y que hoy se le atribuye a Universitario de Deportes. El Sr. Burga respondió (imagine su voz en un tono mordaz y agudo):"¿se preocupan por algo que paso hace 80 años?" Solo le faltó el "haganme el favor" al final de la frase.

La investigación histórica de este hecho es, por demás interesante, pero mas allá de que el reclamo sea válido, justo, tenga o no fundamentos o de lo que se decida finalmente (¿habrá decisión?), me parece reveladora la pregunta del mandamás de la federación, pues es sintomática de una sociedad para quien el pasado le interesa dos rábanos y medio comino.

He ahí el tiro al ángulo de esta historia, pues para un club los títulos son su patrimonio histórico, son el respaldo de una carrera institucional de luchas futbolísticas que se desarrollan para lograr un campeonato. ¿Como no reclamarlo, entonces, si es también rendir un homenaje a aquellos hombres que se fajaron en la cancha para lograr un campeonato?

De igual manera, el patrimonio de Lima es un conjunto de obras y legados de hombres que se fajaron para construir una ciudad con sus triunfos y derrotas. No es de extrañar que esa mentalidad de menospreciar el pasado sea la que nos tiene al borde de perder tantos monumentos históricos y aun defenestrarlos, pues son "algo que paso hace 80 años".

Así también se pintan muros incas porque sin solo unas piedras viejas, se invaden y destruyen recintos arqueológicos porque ya nadie se acuerda que son, se tumban casonas y balcones porque tienen 200 años y lo único que hacen es fregarnos la vida, las esculturas y el mobiliario urbano se deterioran porque nadie voltea n tiene orgullo por defender lo viejo.


¿Saben cuán valioso fue para la ciudad una estación de trenes como Desamparados?¿Cuánta gente se embarcó e hizo vida a través de ese espacio?¿Cuántos pasearon por Paseo Colón solazados con la belleza de sus esculturas?¿Cuántos gastaron lo mucho o poco que tenían para despedir a sus seres queridos con túmulos funerarios de inobjetable belleza en el Presbítero Maestro?¿Cuál fue el sacrificio de miles para construir la megalópolis ritual y administrativa de Maranga?

Ese es el patrimonio y el legado que nos han dejado aquellos hombres para que lo disfrutemos en la actualidad. Hoy.

Reconozco que generar conciencia histórica es un asunto difícil, pero se también que es de trascendental importancia para generar identidad en una ciudad, pues una urbe que no valora su pasado se convierte en una ciudad anómica cuyas únicas reglas sean construir tumbando bajo el manto de la indiferencia.

Aprendamos y convengamos en que modernidad es también llamar al pasado a participar de ella, pues solo así se dejará de pensar que el patrimonio es un estorbo. El día que hagamos eso habremos ganado un primer partido."
 
(Escrito por Gonzalo Torres del Pino y publicado en el diario El Comercio el 2 de marzo de 2014)
 
Si están más interesados sobre este mismo tema, recomendamos la columna de opinion de Umberto Eco titulada "Aquellos que olvidan la historia", que tambien apareció el domingo 2 de marzo de 2014 en el diario El Comercio.
 

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